16 de septiembre de 2012

Así funcionan los bancos de alimentos

Desde que empezara la crisis económica los necesitados en España casi se han duplicado. Los Bancos de Alimentos, galardonados esta semana con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, han pasado de atender a 800.000 personas en 2007 a casi 1.400.000 en 2012. Por esta razón, y ahora más que nunca, la federación de esta red de reparto de comida lo tiene claro: "El dinero del premio (50.000 euros) irá inmediatamente destinado a alimentos". Así lo ha declarado a ELMUNDO.es, Juan Raúl Sanz, director general de la Federación de Bancos de Alimentos de España.
"El primer Banco de Alimentos en territorio español nació en 1987 en Barcelona. El número de bancos creció rápidamente en España y, en la actualidad, existen 54, uno en cada provincia", según explica su director general.
Lejos de la creencia popular, la gente con necesidad de esta ayuda no acude directamente a los bancos de alimentos. Todos los productos se gestionan a través de entidades benéficas, que están debidamente reconocidas por la Administración, y que tienen un contacto directo con las personas que verdaderamente lo necesitan.
Además, los bancos -organizaciones sin ánimo de lucro gestionadas por voluntarios- siguen un estricto control, "no sólo para garantizar que llega a la gente adecuada, la más necesitada, sino también que llega en las condiciones adecuadas", asegura Raúl Sanz. "Se exigen informes de la trabajadora social, demostrar la situación de desempleo, por ejemplo, para que los alimentos no se los lleve cualquiera", afirma el director general.
Lo primero que hacen los bancos es ocuparse de "la recogida de alimentos, contactando con empresas del ramo de la alimentación, organizando 'operaciones kilo', festivales y todo aquello que pueda ayudar a captarlos", según la propia federación. Después, se distribuye a las entidades benéficas que vayan a recibir los alimentos. El funcionamiento del banco depende de lo grande que sea, la cantidad de organizaciones a las que distribuye, los alimentos que se reciben, etc.
"Un banco como el de Madrid, que es el más grande, tiene dos días de reparto a la semana y se suelen llevar a las entidades para toda la semana. Hay picos de distribución, según las cosechas también. Si las empresas donan melocotones, como está pasando ahora que es la época, el reparto se hace diario", subraya el director general. Lo importate es que el producto no se estropee y que llegue al beneficiario antes de echarse a perder o de que caduque. "Se respeta la legislación vigente y con eso somos muy estrictos, todos los alimentos que llegan a la gente están en buenas condiciones".

La ayuda de Europa

Un 40% de las toneladas que manejan anualmente los Bancos de Alimentos provienen de la Comisión Europea. "El Ministerio del Interior recibe el dinero y compra los alimentos para entregárnoslos a nosotros", explica Raúl Sanz.
Esta donación proveniente de la UE corre peligro para el año 2014. Sin embargo, aún hay tiempo para que la comunidad cambie de opinión sobre los recortes a una red que opera a nivel europeo -21 países de la UE cuentan con este tipo de organizaciones- y que cada vez se ha hecho más necesaria por una crisis que sacude a todos los países. "Ahora, todos nuestros eurodiputados


11 de septiembre de 2012

Pautas de higiene en la industria alimentaria

La calidad y seguridad final de los alimentos depende de la higiene y desinfección adecuadas de los equipos, utensilios e instalaciones industriales

La importancia de la limpieza y la desinfección en las industrias agroalimentarias responde a la necesidad de prevención de posibles contaminaciones de los alimentos que están en contacto directo con las superficies. El principal objetivo es llevar a cabo una correcta praxis, con el fin de mantener unas buenas condiciones higiénico-sanitarias y asegurar que todos los productos elaborados y manipulados en la industria estén exentos de peligro alguno para el consumidor. Según el reglamento 852/2004, las empresas alimentarias deben comercializar solo alimentos seguros para el consumidor y, para ello, deben disponer de sistemas de autocontrol basados en los principios del Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC).


La elaboración de un APPCC precisa de una serie de prerrequisitos. Uno de ellos es el plan de limpieza y desinfección. La higiene es esencial en este sistema, ya que la calidad final de los productos depende de la limpieza de los equipos, los utensilios y las instalaciones. El plan de limpieza debe realizarse a medida de cada industria, establecer prioridades según las superficies de contacto con los alimentos, incluidas las usadas de modo esporádico y otras que nunca contactan con los alimentos, así como los manipuladores.

La limpieza debe garantizar que los equipos y los utensilios de trabajo estén limpios en el inicio del trabajo y que se limpian durante su uso, si es necesario, y al finalizar la producción. Además, los alimentos no deben contaminarse durante la limpieza y los productos utilizados, como detergentes y desinfectantes, no tienen que contactar con los alimentos. Estos productos deben evitar una recontaminación de las superficies ya limpias. Es un trabajo de equipo y constante que, junto con un buen mantenimiento, garantiza una seguridad alimentaria y una optimización de los costes.