7 de enero de 2014

Seguridad alimentaria frente a transgénicos

Agricultores, plataformas ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil celebraron hace unas semanas la decisión de Monsanto de retirar las solicitudes de comercialización en la Unión Europea de sus semillas genéticamente modificadas. Tras enfrentarse a sus protestas y a interminables trabas burocráticas, la multinacional líder en producción de organismos genéticamente modificados (OGM) se encontró también con la oposición de la Comisión Europea, recelosa ante los riesgos que esta práctica puede suponer para la salud y el medio ambiente. Y es que muchas de las semillas que Monsanto planeaba exportar tienen modificaciones genéticas que les permiten resistir a los herbicidas convencionales. Su cultivo conlleva un uso mayor de herbicidas y más potentes, que a menudo también son comercializados por la propia multinacional. Además, las semillas transgénicas no permiten su reproducción y se han de adquirir nuevas antes de cada cosecha, lo que supone un enorme gasto que no termina de convencer a los agricultores a pesar de su delicada situación.

Lo cierto es que los transgénicos nunca han arraigado en Europa. En los últimos años, Hungría ha destruido campos de maíz genéticamente modificado; Grecia y Alemania han prohibido estos cultivos, y Francia ha vetado el uso de cualquier semilla modificada. Se calcula que en el mundo hay 170 millones de hectáreas plantadas con OGM y que apenas 100 mil se encuentran en Europa. La mayoría de ellas se ubican en España, el único país de la Unión Europeaque cultiva transgénicos a gran escala, según Greenpeace, con el 90 por ciento del maíz modificado.

Monsanto, que entró a España en 1970, ha conseguido renovar la exportación del maíz MON-810 a pesar de la decisión de la Comisión Europea. La laxitud de la legislación española, la falta de un plan agrícola claro y el apoyo ciego del gobierno, demuestran la estrecha relación entre el país y la poderosa multinacional. Blanca Ruibal, responsable de agricultura de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra, advierte que el 67 por ciento de los experimentos con transgénicos que se realizan al aire libre en Europa tienen lugar en España: “existe una gran opacidad en torno a estas prácticas. Nunca se sabe dónde están ubicados los cultivos experimentales a pesar de que hay una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que obliga a los gobiernos a comunicar dónde se encuentran. En España se oculta la información”.

Cuando Monsanto u otras empresas solicitan realizar experimentos al aire libre para probar sus productos, la mayoría de los países europeos se niega. España no, lo que lo ha convertido en un laboratorio perfecto. Tal es la docilidad del Estado español que Estados Unidos le presionaba y utilizaba para que favoreciese en Bruselas, Bélgica, la introducción de los transgénicos, como desvelan unos cables diplomáticos revelados por WikiLeaks.

Una de las tesis más esgrimidas por las compañías que comercializan con organismos modificados es que su uso puede contribuir a combatir la escasez de alimentos en el planeta. El multimillonario fundador de Microsoft y accionista de Monsanto, Bill Gates, llegó a afirmar que los cultivos transgénicos son la solución para acabar con el hambre en el mundo: un argumento que no se sostiene cuando vemos que la mayor parte de los OGM que se comercializan no se destinan a la alimentación, sino a la producción de piensos para animales.

En Argentina, principal productora de soya del mundo, más del 90 por ciento de la producción es transgénica, repartida en más de 19 millones de hectáreas de monocultivo que antes se dedicaban al ganado, a verduras y hortalizas. Miles de campesinos empobrecidos que antes vivían de labrar la tierra han emigrado con sus familias desde que Monsanto se estableció allí.

Lo mismo sucedió en India con el algodón, o en Kenia, donde una variedad de boniato transgénico introducido por Monsanto resultó ser menos productivo que el boniato convencional.

La información está derribando los muros de las oligarquías empresariales y permite conocer las consecuencias de los transgénicos para la salud y el medio ambiente. La decisión de la Unión Europea viene precedida de masivas movilizaciones en México, Argentina, Chile o Puerto Rico, protagonizadas por una ciudadanía organizada e informada que denuncia un abuso que atenta directamente contra la soberanía alimentaria, una línea roja que nunca se debió sobrepasar en favor de beneficios económicos privados.

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3 de enero de 2014

Fraude en la industria de alimentos

Luego de leer varios artículos de la revista semana sobre las multas interpuestas a empresas de alimentos reconocidas en Colombia por parte de la superintendencia de industria y comercio, por comprobarse los actos de publicidad engañosa y violación a los derechos del consumidor, hago este artículo desde dos ámbitos, el profesional y desde la visión de consumidor de alimentos, que he visto cómo han asaltado mi confianza al entregarme productos con beneficios que a la larga eran una completa pantalla
Estamos en un mundo hiper-conectado; la internet, el desarrollo de nuevos modelos de comunicación en donde el cliente ya no es un sujeto pasivo y tiene la sartén por el mango, obliga a las empresas de la industria alimenticia a prestar mucha atención a un medio caótico en donde la palabra y la opinión son poder.

Los medios tradicionales como las líneas telefónicas de atención al cliente o los sistemas de chat han mutado hacia un sistema público de comentarios positivos y adversos, legítimos o mal intencionados que las empresas de sector no pueden dejar a un lado o ser miopes por rotundo desconocimiento. Los medios digitales llegaron para quedarse en los hábitos de vida de todas las personas, siendo el principal medio democrático para construir, socializar y compartir experiencias. También se han convertido en el dedo índice que juzga o premia la reputación de las marcas, ¿está la industria preparada para afrontar estas nuevas reglas de juego?


¿Por qué la industria de alimentos debe estar con sus clientes en los medios digitales?

El cliente de hoy no desea tener relaciones con un negocio sobre el cual no sabe qué personas están detrás de esos productos y servicios que adquiere en el supermercado, la tienda o en el restaurante. Los medios digitales permiten que las empresas tengan una ventana de oportunidad para que exista una conversación directa y de doble vía con el cliente, aspecto que antes era imposible y que implicaba altas inversiones en procesos de mercadeo relacional, tecnología y talento humano.

Esta conversación directa permite que existan alternativas para solucionar los siguientes aspectos en donde hoy el cliente como el contenido es el rey:
Educación sobre los beneficios y usos de los productos y servicios que se entregan.
Atención rápida ante inconformidades y fortalecimiento de los procesos de posventa de los bienes y servicios que ofrecen las compañías del sector.
Desarrollar estrategias para generar recordación y defensa de la marca con participación activa del consumidor.
Encontrar nichos de oportunidad para desarrollar nuevos productos y servicios apoyados de los comentarios, sugerencias y conversaciones de doble vía generadas por seres de carne y hueso provenientes de la compañía con seres de carne y hueso quienes son los que compran, a los cuales les debemos todo el respeto.