Un artículo, bastante interesante, en el The Guardian Online, dice que puede que en un futuro muy próximo no habrá suficientes reservas hídricas para alimentar a los 9 mil millones que se espera que seamos para el 2050.
Según el informe de Malik Falkenmark y sus colegas del Stockholm International Water Institute (SIWI) actualmente de media los humanos consiguen un 20% de las proteínas de productos animales o derivados. En el informe se dice que si no se reduce a un 5% habrá escasez de recursos y como consecuencia un crisis alimentaria mundial.
Una de las soluciones sería adoptar una dieta vegetariana, ya que aumentaría la cantidad de agua disponible para producir más alimentos en un mundo cada vez con un clima errático. El principal problema está en el consumo de agua de una dieta no vegetariana es de 5 a 10 veces superior a una vegetariana y un tercio de las tierras cultivables del mundo se utilizan para los cultivos que se utilizarán para alimentar a los animales. Otras opciones para alimentar a más personas incluirían la eliminación de residuos y el aumento del comercio entre los países de excedente de alimentos y aquellos con déficit.
Fuente
En medio de un retroceso regional de la producción de algodón por malas decisiones de los gobiernos yespeculaciones de mercado, la principal promesa con la que entra Monsanto y sus semillas trasngénicas BT en nuestros países es la de mayor productividad y solución al problema de las plagas. Las semillas Bollgard BT traen en su estructura un gen de la bacteria llamada Bacillus Thuringiensis(BT), que actúa de plaguicida natural al matar a visitantes indeseados que intentan atacar las plantas de algodón.
Con esa misma información, sectores del agronegocio en Paraguay celebraron que el SENAVE de la era de Federico Franco haya concretado la liberación comercial del cultivo al inscribirlo en su Registro Nacional de Cultivares el pasado 7 de julio. “Beneficiará a 500 mil pequeños agricultores principalmente”, dispararon contentos sectores agroexportadores.
Esta decisión fue el último paso de un circuito que comenzó el ministro de Agricultura y Ganadería, Enzo Cardozo, el 21 de octubre de 2011. El mismo, extralimitándose en sus funciones, decretó la liberación comercial del eventotransgénico sin que la Secretaría del Ambiente y del Ministerio de Salud se hayan expedido en cuanto a licencia ambiental e inocuidad hacia la salud humana, respectivamente. Y hasta hoy no se sabe acabadamente las consecuencias del cultivo en el ambiente ni ante la vida humana.
En Colombia el mismo cultivo entró de la misma manera, en 2002 el Instituto Colombiano Agropecuario(IAC) liberó su uso sin contar con todos los estudios debioseguridad, especialmente la licencia ambiental. Y también se registraronirregularidades administrativas en el ente regulador de la materia, el Comité Técnico Nacional de bioseguridad (CTNbio), lo que generó demandas judiciales contra el proceso.
Millones de las personas más pobres del mundo sufrirán las devastadoras consecuencias del galopante incremento del precio de los alimentos debido a que el sistema global de alimentos está estropeado, y los responsables políticos no tienen el coraje para arreglarlo.
Los líderes han dado por sentado un precio barato de los alimentos durante cerca de 30 años, pero esos días han pasado. Los países en desarrollo se están preparando para los efectos que tendrá el incremento del precio del maíz, la soya y el trigo en la población más pobre.
Aquellas personas que aún viven sobre la línea de la pobreza o muy cerca de ella, se verán arrastrada por debajo de ésta por la subida y la volatilidad de los precios de los alimentos. Cerca de mil millones de personas son hoy demasiado pobres para alimentarse. Y un mantenido incremento en el precio de los alimentos atrapará a millones más que en este momento “van tirando”. También es preocupante la continuada caída global de los estocs de maíz que hoy están en los niveles más bajos de los últimos seis años.
La historia se repite y seguirá haciéndolo hasta que detengamos los problemas fundamentales que mantienen a mil millones de personas hambrientas.
Debemos parar el obsceno despilfarro de alimentos, incluyendo su quema en forma de biocombustibles en nuestros coches.
Debemos atajar las causas del cambio climático y el acaparamiento de tierras, así como la dañina especulación.
Debemos trabajar juntos en mantener estocs de alimentos y favorecer la inversión en la pequeña agricultura, una pequeña agricultura que sea sostenible y resiliente.
Documento Oxfam sobre el alza de los alimentos en 2012 (pdf, en inglés)
Conoce más sobre la volatilidad de los precios de los alimentos
Algunos casos de estudios de diferentes partes del mundo:
En California se espera pacientemente que lleguen las elecciones del próximo día 6 de noviembre, fecha en la que se va a votar la denominada Proposición 37. Este es el resultado de la campaña ‘Derecho a Saber’ que trabajó para reunir las firmas que permitieran que el proyecto para etiquetar los alimentos transgénicos pudiera ser sometido a votación, de ello hablábamos en el post Legislación transparente e informativa sobre los alimentos transgénicos. Pues bien, como ya indicamos en su momento, la industria alimentaria se opuso a esta medida indicando que de salir adelante, posiblemente el precio de los alimentos se incrementaría, amenaza que ahora se ve reforzada con la firme oposición que plantea la Asociación de Fabricantes de Alimentos de Estados Unidos. Esta asociación declara que su principal prioridad es lograr el fracaso del etiquetado transgénico, es decir, que la Proposición 37 fracase.
La GMA (Asociación de Fabricantes de Alimentos de Estados Unidos) está formada por los productores de alimentos más importantes del país, Kellogg’s, PepsiCo, General Mills, productores de todo tipo de cereales… a ella también pertenecen compañías biotecnológicas como Monsanto, no es extraño por tanto, que se hable de guerra abierta contra el etiquetado para identificar alimentos transgénicos. Parece ser que la GMA ya ha gastado miles de dólares en campañas que se oponen a la Proposición 37, este dinero ha sido donado por varias de las empresas que pertenecen a la asociación. En estas campañas pretenden hacer creer a los consumidores que se trata de una medida fraudulenta, muestran plena convicción de ello y airean que están firmemente unidos contra lo que consideran una política alimentaria incoherente e injusta que no debe aplicarse ni a nivel estatal ni nacional.
Claro, que sus antecedentes dicen mucho, ya en el año 2005 formaron coalición contra cualquier intento de restringir la publicidad del fast food orientada a los niños, la denominada Alianza para la Publicidad de América era un esfuerzo para evitar la regulación del Gobierno del país o de cualquier otro tipo de intervención en este campo. Se amparaban bajo el derecho de poder anunciar libremente los productos que comercializaban (asociados por los críticos al alto índice de sobrepeso y obesidad infantil), buscando la defensa de las grandes corporaciones. Esta alianza negaba los problemas de salud planteados, indicando que no existía relación entre la publicidad orientada a los niños y la obesidad infantil. Propusieron como alternativa a la regulación del Gobierno, la autorregulación voluntaria, pero como sabemos, este tipo de acciones voluntarias no son todo lo efectivas que debieran.